El Congosto de Mont-rebei, o lo Portell, es sin duda uno de los mayores atractivos de la zona.
Además de poder atravesarlo caminando tenemos la maravillosa opción de navegar por el interior de la garganta.
Mirar hacia arriba y ver sus paredes de más de quinientos metros sobre nosotros resulta intimidante.
La actividad comienza desde el embarcadero del albergue, en Montfalcó.
Una vez aquí, equipados y con las primeras nociones, nos embarcaremos tomando dirección norte.
En breve, pasaremos bajo la ermita de la Pertusa y comenzaremos a encararnos al “Congost” antes de darnos cuenta llegaremos a la altura de las pasarelas y el puente colgante. Y poco a poco le iremos ganando distancia a esta maravilla del tiempo. Una vez pasemos el estrecho evaluaremos si seguir un poco más hasta la ermita de “Nuestra señora del Congost” (en Chiriveta) o bien darnos la vuelta para regresar poco a poco hacia Montfalcó.
En los días más tranquilos seguramente podremos avistar multitud de aves: sobre todo rapaces, y otras aves de menor tamaño.