Este día que te planteamos, tan lleno de actividad y emociones, resulta tan gratificante e inolvidable que, ¡no te lo puedes perder!
La actividad comienza desde el embarcadero del albergue, en Montfalcó. Una vez aquí, equipados y con las primeras nociones, nos embarcaremos tomando dirección norte. En apenas 20 minutos nos plantaremos bajo el espolón rocoso donde se asienta la ermita de la Pertusa.
Tras amarrar los kayaks nos equiparemos para el primer reto del día y según el nuestro nivel comenzaremos un itinerario u otro.
La vías ferrata tienen tramos aéreos que nos despertarán el gusanillo de la altura y nos harán disfrutar de las maravillosas vistas.
Tardaremos sobre una hora y media o dos plantarnos en la cima, lo celebraremos con una merecida parada y tras coger fuerzas descenderemos tranquilamente hasta los kayaks para encararnos a la segunda mole de roca del día: El Congost de Mont-rebei.
Esta segunda parte del día discurre más tranquila, embelesados por las vistas y la quietud del pantano iremos ganando poco a poco distancia sin prisa, aprovechando los rincones para comer o incluso, si el tiempo acompaña, darnos algún chapuzón!